Estaba sola. Llevaba todo el día
en pijama. Un pijama veraniego de tela fina que dejaba adivinar tímidamente su
silueta y el contorno de sus redondos pezones. Le gustaba mirarse al espejo
cuando lo llevaba puesto. Discreto, sensual, alado.
El sudor se le adhería a la piel
formando una fina película, tibia y deslizante. La cultivaba desde hacía meses
de forma tan natural como entregada. La abonaba de sueños, la regaba con
lágrimas de esperanza, la aireaba al frescor matutino y al candor del
atardecer.
Estaba sola. Y la sangre bullía más que fluir.
Le irrigaba de la piel a las entrañas, le aguzaba el sentido y le quitaba el aliento.
Deseaba compartirlo fervorosamente, mudar la piel, alentar fantasías, entregar
ese tesoro incandescente en un instante voraz.
Pensó en llamarlo. Por una vez. Después
de tanto tiempo. Tal vez hoy… y si… ¡quién sabe!… podría ser ese instante, ese
que nunca llegaba… tal vez para él también… por una sola vez.
Pensó en pender del hilo
telefónico, en agarrar su voz al disimulo, frivolizar el ardor de su deseo (“si no tienes nada mejor que hacer”)… pensó
en el sobresalto del estridente timbre del portal, el refilón del espejo… y descorchar
el pomo de la entrada, derramar la espuma ensortijada en sus cabellos…, una mirada coqueta y
juguetona, traqueteo de sí-noes y banalidades bienintencionadas,
acompasadas, pendulares, directas al estoque… pensó en inquirir, silenciar,
negar, sugerir, perorar, ablandar, provocar, desbordar holguras… y abrirse
paso, por el camino de savia salivante, al interior de su gruta, y colgar un
candil de sus tinieblas, y dejarse hacer, a la luz de la vida desbocada y sin ambages.
Y gritar al vacío de su Ombligo. Y escupir al amor.
Al volver en sí, se descubrió
armada de lienzo y pluma. Exhaló un suspiro. Recordó esa frase del poeta que le
había golpeado hacía unos días: “En
ocasiones, mi universo literario es mucho más rico, más puro, más íntimo que mi
mundo real”.
Por una vez, se alegró de sólo haber
pensado.
Si lo hubiera hecho no lo habría
escrito.
Ni habría sucedido como lo
escribió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario